miércoles, 9 de enero de 2013

Consejos para nuevos profesores

El siguiente texto es una traducción-adaptación de la entrada del blog The Conic Card Lady's New Adventure que he considerado muy interesante, con un propósito muy sano: ayudar a los nuevos profesores. La parte en negrita se ha añadido por experiencias propias en el aula.
Muchos profesores deciden dejar la profesión tras sólo unos años de trabajo. Muchos de ellos hubiesen sido excelentes profesores si alguien les hubiese ayudado. ¿En qué otra profesión te dicen '¡Buena suerte!' y te dejan a solas en una habitación llena de alumnos, sin ningún otro adulto en el mismo lugar? Es por ello que te indico algunas cosas a tener en cuenta en tus inicios.

1. No tendrás una segunda oportunidad para dar una buena impresión.  No hablo de que tus alumnos piensen que eres guay o sabio.  Hablo de asegurarte que vas a llevar a cabo todo lo que digas.  Por ejemplo, no amenaces con frases como 'Si no escuchas te suspenderé'', porque tú no sabes que eso vaya a ocurrir. Debes usar bien el poder que tienes como profesor. Puedes decir 'Estoy hablando yo' o 'Si no escuchas no podrás realizar la tarea'.
Pero sobre todo, no amenaces con 'A que te expulso' o  'A que te pongo un parte', y no lo cumplas, porque perderás toda la autoridad. Si estas palabras salen de tu boca, llévalas a cabo.

2. No discutas. Los alumnos no quieren que nadie los ponga en evidencia. Ellos necesitan 'ganar' delante de sus compañeros. Si llega el caso, sólo di 'Esta discusión se ha terminado. Si tienes un problema lo hablamos luego'. No es fácil, en absoluto. Pero esto permite al alumno recapacitar sobre lo que ha dicho o hecho. Terminarás tú la conversación y no hay perdedor.

3. Estáte preparado. Empieza a pensar. ¿Qué harás para que haya disciplina en clase? Es posible que pensemos que estamos  llevando un buen control del aula, pero es básico tener un plan por si aparece un problema de improvisto. Un ejemplo: en un centro en el que había peleas todos los días me preguntaba qué haría si ocurriesen en mi clase.  Decidí que hablaría con los alumnos involucrados junto con aquellos con los que yo tuviese mejor relación en ese grupo. Luego, cuando parasen de discutir,  llamaría a un directivo para que se acercase al aula. Y aunque no resulta una tarea sencilla, cada vez que he usado esta técnica ha funcionado. Aunque siempre es bueno que se planee otras estrategias para diferentes situaciones.

4. Llegará un momento en el que te equivoques. Si estás explicando algo y está mal, no te preocupes. Habrás conseguido demostrar a tus alumnos lo fácil que es cometer un error y cómo se resuelve. Admite tu error, discúlpate por el fallo y corrígelo. Si mantienes el error durante un buen rato, tendrás que reenseñar todo y además arreglar los malentendidos.

5. Si tienes una idea, compártela. Incluso si es la primera vez que trabajas de profesor. Si tienes un blog o una idea novedosa, los profesores con experiencia querrán llevar tu idea a su clase si a ti te ha ido bien.

6. Cada profesor es diferente. Si pides ayuda a un compañero y te das cuenta que necesitas algo más, pide ayuda a otro. No estarás dejando mal a la primera persona, sólo estarás recogiendo información variada.
La vergüenza en estos casos hay que dejarla a un lado. Es mejor enterarse bien de las cosas y parecer novato, que no enterarte y parecer inepto.

7. Recuerda que tu objetivo es asegurarte en que cada estudiante comprenda los contenidos. Puede parecer imposible a veces, pero sólo te tienes que adaptar a las necesidades del estudiante.

Si no tienes experiencia como profesor, recuerda que es trabajo de los experimentados hacer a los nuevos, mejores profesores. Ayudando a ser mejor en clase a otro compañero se consigue mejorar la enseñanza de muchos más alumnos.

Fuente: http://coniccardlady.blogspot.com.es/2012/08/friday-favorite-for-new-high-school.html

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